martes, 7 de octubre de 2008

La Náusea

Pinté el cuadro más hermoso del mundo,
y con barro lo manché.
Hize la escultura más real y perfecta,
y a martillazos, la trituré.

Le di pan al pobre
y luego lo insulté,
abrigué al que moría de frío,
y con agua fría lo mojé.
Fui a visitar al enfermo
y no le di su medicina,
visité también al que esta en la carcel,
y me burlé de su vida.

¿De qué me sirve ganar todo el mundo
y tirarlo por la escotilla?
La frustración mata,
ojalá fuera frío o caliente,
y no tibia comida
que de tu boca será botada;
ojalá me ayudes
a que cambie mi vida,
y sea por fin, coherente y sana.

Rodrigo Mora Cárcamo ©