martes, 24 de junio de 2014

Para no esforzarme

Aunque me esfuerce
en hacer lo contrario,
no tengo un nombre
para ser llamado,
hogar para ser acogido,
seguridad que llamar futuro,
personas para llamar amigos,
familia que me soporte,
mujer que llamar amor,
ni alternativas que se vuelvan
esperanzas
porque no existe solución.

Sí tengo odios y amarguras,
intolerancia (que no es virtud),
poca sensatez, soberbia
y mi eterna mala actitud.

Tengo lo que nadie quiere
y soy lo que todos odian
al mirar su interior,
y al final, ese soy yo.

Rodrigo Mora Cárcamo ©