domingo, 27 de marzo de 2011

Y nunca más

Y nunca más
volveré a ser aventurero
ante la vida,
desde ahora me
quedaré frente al mar
de lágrimas saladas
que han salido
de unos ojos
que sólo miran atrás
y ven como el tiempo
que va pasando
los va decolorando
y se pone el blanco en rojo
aunque
aún se nota el marrón
y ya no miran al
resto como gente
sino como diversión.

Y nunca más
volveré a ser bueno
con los otros
y mataré al amor,
cerraré con cerradura
y echaré la llave lejos
en un planeta
desolado
que pronto hará
implosión
para que nadie
en la historia
de los siglos
desde el alfa
hasta el omega
sepa quién
he sido yo
y así odiaré
toda creación
que se haya conocido
desde aquella explosión
y juro con mis
entrañas
que viviré sin amor.

Y nunca más
volveré a ser gente
desde hoy como
una sierpe
que jala a la tentación
en la que se enredan
en el árbol
en el árbol oscuro lleno de odio
que ahuyentará
al amor
para que las presas
del día caigan hacia
mi sillón
y caerán también
las ropas de ocasión,
pero los intentos
de amarme quedan
atrapados en las ramas
de mi oscuro corazón
y aunque toquen
la corteza,
no llegan
al interior.

Rodrigo Mora Cárcamo ©

jueves, 3 de marzo de 2011

Un sueño real

Al fin
te vi
me viste
y todo pasó.

Tenía miedo
y me consolaste.
Tenía frío
y me abrazaste con amor.

A muchas seguí
sólo una me siguió,
conocí a muchas
pero tú eras la mejor.

Estaba solo
y viniste tú,
tus ojos no mentían
y me trajeron la luz.

Mucho tiempo busqué
pero ella me encontró
y a mi paisaje gris
le pusiste color.

Ahora te veo,
tú me ves a mí,
y hay algo más grande
que como una semilla
florecerá en bella flor.

Para entonces diré,
que a muchas amé
pero sólo tú me diste amor.

Rodrigo Mora Cárcamo ©

Soy yo más no yo

Le pregunté al tiempo
¿Por qué es tan difícil
olvidar el recuerdo
de los malos momentos
que me hicieron daño?
Y si en verdad ya fueron pasados,
por que el recuerdo me asecha
y como un reloj que suena,
el recuerdo sigue sonando.

La respuesta se hallaba escrita
pero no la veía
siempre con fuerte tinta, siempre a mi lado,
y es que nadie, ni el tiempo mismo,
puede borrar las huellas
que él mismo hizo.
Nadie te quita lo perdido,
nadie.

Parece un refrán mediocre
que al repetirlo,
solo hará que llores.

Pero levanta la mirada
para qué le das la victoria al enemigo,
No ves que el tiempo
tampoco olvida las cosas buenas
no, no las olvidará,
como olvidar las cosas buenas que hicimos.

Nadie te quita lo perdido,
pero tampoco lo ganado.
Y al repetir este verso
tal vez nada cambia,
pero el enemigo esta llorando en casa.

Y sí, también hay veces que perdimos
pero ya está, seguimos vivos.
Dale y mejora tu vida
y si el enemigo viene y quiere pelear
recuérdale también
de ese pasado cuando le pudimos ganar.

Y ¿qué quién soy?
Yo soy tu mismo
pero a la vez distinto,
soy el hombre valiente que llevas dentro,
solo que ahora ya me tomas en serio.

Rodrigo Mora Cárcamo ©