En una noche hermosa,
pero a la vez tan fría,
hay una escena
que captó mi vista.
En medio de la plaza,
una mujer de polleras,
intenta dar calor
a su niño en la sierra.
Es tarde, y le ganó el sueño,
pero hay algo más grande,
algo que la mueve por dentro.
Su cuerpo duerme,
mas su corazón fuerte
le manda a las manos,
no soltar al niño amado,
mientras, lo que queda del cuerpo,
sólo trata de dar calor.
Cómo es de hermoso este acto,
que confunde a todo el mundo
y aún dormida
sus dedos en nudo
siguen dando Amor.
Rodrigo Mora Cárcamo ©
2 comentarios:
no m aburriree.. noo me aburrire =)
para todos los comentaristas de mi blog, voy a seguir escribiendo despues de años de ausencia
Publicar un comentario