lunes, 23 de noviembre de 2009

Pescado muerto

Este poema describe la situación en la que un demonio le habla a su presa.

Dime si notaste mi presencia,
si es que algo te fastidia
y aunque disfrutaste mi ausencia,
sé que recordarás esos días.

No llores, ni te rías,
no trates de pensar que no me viste
porque aunque pierdo algunos días,
tú eres mi mascota.

Y más te vale aceptar la derrota,
pues no habrá esperanza que valga
cuando en tu alma rota,
veas que el amor se apaga.

Habrás escuchado que el crimen no paga,
y yo solo vengo a cobrar mi cuenta,
así que dame lo que es mío,
o harás que te lo quite a la fuerza,
pero no pienses mal, hijo,
si sabes que te quiero,
como quiero a mi comida,
y tu carne fresca es la que ya huelo
asarse en el horno de mi infernal cocina.
Tú y yo conocíamos el final de tu vida,
yo lanzaría el anzuelo,
y tú serías mi comida.

Rodrigo Mora Cárcamo ©

2 comentarios:

Elizabeth.R dijo...

Gracias por compartirlo rodrigo. Este me parece excelente, Un mundo interior rico y realista

Rodrigo Mora Cárcamo dijo...

para todos los comentaristas de mi blog, voy a seguir escribiendo después de años de injusta ausencia