jueves, 24 de febrero de 2011

Locura de vida

Si en la mitad de mi vida,
se interpuso la muerte,
y de manera intempestiva,
cambió mi suerte.

No voltearé la mirada,
para llorar al pasado,
ni para dejar flores
en la tumba soleada,
que me han destinado.

Es como sentir
que veo el sonido
o que escucho colores,
y no quiero morir
tan solo y deprimido,
gritando mis sinsabores.

Para luego cambiar,
teniendo más barba y pelo
con un palo de amigo,
mirando gente irreal
con movimientos
de los que no soy dueño,
estando siempre cochino.

Me faltaran entonces
muchos dientes en la cara
andaré desnudo y enfermo,
viviré de lo que la gente done
al mendigo que siempre anda
como estando vivo
pero en realidad esta muerto.

Rodrigo Mora Cárcamo ©

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