viernes, 25 de febrero de 2011

Muerto en una madera

Este es un poema dedicado a Jesús en la cruz en una inspiración de un Viernes Santo

Los jornaleros molestos
han seguido su pecado
y ahora todo es silencio
en la ciudad muerta,
pues mataron al dueño de la huerta.

Las mujeres golpean su pecho
con los nudillos mojados
por lágrimas que salieron
de un corazón bueno,
que reconoció a Dios muriendo.

La corona está puesta
los clavos fueron clavados
y se alza el cuerpo,
de un Dios que nos amó
hasta el extremo.

Todo ha sido pagado
lo ha pagado con su vida
y la madre está a su lado,
con un dolor que la mata
aún estando viva.

El enemigo malvado
camina dichoso en la tierra
y es que está celebrando,
que Dios murió en una madera.

Pero brilla la esperanza
en la forma de una vela
brilla en medio de tinieblas,
es la luz de los fieles
que aún creen en Dios
y tienen fe en sus promesas.

Rodrigo Mora Cárcamo ©

2 comentarios:

Unknown dijo...

creo que este es uno de mis preferidos!

Unknown dijo...

creo que este es uno de mis favoritos!